¿Qué pasa cuando la video llamada se convierte en nuestra única ventana al mundo?
El encierro global producto de la pandemia del coronavirus ha
eliminado las fronteras de lo privado y lo público. Nuestras habitaciones se
han expuesto en clases virtuales, reuniones laborales, vivos de Instagram.
Frente a calles desiertas y con la (falsa) sensación de que ya
no hay nada que mirar a través de las ventanas de nuestras casas, la reacción
más simple frente a la angustia que produce el aislamiento y la posibilidad de encontrarnos
con nosotros mismos, fue buscarnos
desesperadamente unos a otros en nuestras pantallas.
¿Qué nos pasa cuando la sociedad nos obliga abruptamente a
intercambiar la oficina por los encuentros virtuales vía Zoom, las clases de
gimnasia por directos de Instagram y las del colegio por reuniones en Meet?
En el actual contexto de aislamiento social, la video llamada
nos permite continuar con nuestra vida cotidiana, pero también es una forma de
comunicarnos que genera un estrés adicional ante una exposición inusual porque
requiere de nuestra parte un importante ejercicio de atención para captar las
expresiones faciales y el tono de voz de quien está del otro lado de la
pantalla. Además no estamos acostumbrados a vernos en pantalla. Las salas virtuales donde nos reunimos
impiden la articulación de nuestra imagen con nuestro cuerpo ya que
generalmente solo muestran un recorte de él. Nuestra imagen en la pantalla es
más fija y rígida que de costumbre, a veces momentáneamente queda congelada. En
lo presencial, cuerpo e imagen se acompañan y se sostienen juntos con el
añadido de la palabra. Sostener la imagen y esa mirada de la pantalla que no
cesa resulta cansador porque además no tenemos los otros recursos expresivos
(del cuerpo). Ni siquiera el silencio, existe como tal en la llamada virtual ya
que a veces ese silencio se nos impone por dificultades de la conexión sin que
podamos saber si es intencional (del interlocutor) o ajeno a él. Con ayuda de la tecnología logramos que
nuestras mentes estén conectadas pero nuestros cuerpos permanecen distanciados.
Al final del día nuestros cuerpos no se han desplazado, muy por el contrario,
han estado atrapados en las pantallas y sin embargo nos sentimos agotados.
Vivimos un tiempo de transformación de la presencia. Hoy por hoy se puede estar presente en una reunión sin imagen (con la cámara apagada) y sin voz (con el micrófono apagado) ¿Es eso estar presente? La virtualidad genera nuevos sentidos de presencia. La dimensión del cuerpo aparece de algún modo perdido, la voz y la mirada bajo la forma que brinda lo tecnológico funcionan como un intento de sustitución de lo corporal.
Frente a la situación de aislamiento social obligatorio la video
llamada no es la única opción. Podemos usar la llamada de voz, el mensaje de
texto, el email como otros modos de acercarnos a los otros. Podemos conectarnos
en espacios reales con los otros reales que conviven con nosotros en el seno
familiar. No olvidemos que lo virtual puede complementar pero nunca reemplazar
el encuentro presencial. A lo mejor ha llegado el momento de encontrarnos con
nosotros mismos a través de alguna actividad creativa (artística, literaria,
musical, etc.).

Magda: Excelente reflexión!. La comunicación implica todo el cuerpo y estos medios y herramientas tecnológicas hacen que uno utilice la voz, la mirada por momentos de manera selectiva pudiendo optar por uno o ambos. Cuánto para seguir pensando!! gracias!!!!
ResponderBorrarGracias a vos! Siempre acompañando mis publicaciones con tu lectura y aportes!
BorrarExcelente!!!
ResponderBorrarComparto la reflexion aunque pienso... Como hubiese sido 150 dias de cuarentena en el año en que fue la gripe A? En ese entonces lejos estabamos del alcance comunicacional que tenemos ahora. La descobexion con los otros hubiera sido "tragica" insoportable, insostenible. Hoy estas pantallas sostienen vinculos, aprendizajes, procesos. Es diferentevy no reemplaza la presencia fisica pero nos contiene
ResponderBorrarClaramente Sole, el punto es que no sea la única opción...
BorrarGracias, Magda. Como siempre, muy clara... y actual.
ResponderBorrarComparto tu mirada de la virtualidad...Si bien es una gran ayuda para los tiempos que nos ha tocado vivir pero no deja de ser estresante... Más allá de la atención frente a la pantalla, nuestra casa deja de ser un hogar donde la familia pueda disponer libremente de los espacios y de los tiempos... comparto con vos administrar otros recursos como otras opciones...
ResponderBorrarOjalá pronto se pueda volver a los encuentros presenciales...que son Irremplazables...
Sin duda, lo virtual puede funcionar en forma supletoria pero no reemplaza a la presencialidad.
BorrarMuy buena la reflexión.
ResponderBorrarResulta interesante lo que menciona acerca de la ausencia del lenguaje corporal en La comunicación virtual y la atención extra a los gestos que hay que implementar.
Gracias Juli Por tomarte tiempo para leer y comentar!
BorrarExcelente reflexión!
ResponderBorrarCuando comenzó todo esto, sólo tuve la posibilidad de estar 10 días con mis peques, con primer grado. Al principio pensamos que sería un periodo corto.
Pensaba y pensaba cómo llego a ellos, a las familias, era primer grado.
Cómo acompañarlos en el proceso de la lectoescritura, como motivarlos y todo lo afectivo... Todo lo que lleva el estar en el aulas, en nuestro lugar la escuela.
Teníamos que adaptarnos a esta realidad y comenzamos a acercarnos, con mails, llamadas, WhatsApp, y zoom, todo aquello que nos ayudará a estar conectados.
Reconozco que es estresante las clases, pero las espero para verlos, para trabajar. Cuánto han crecido!
No es lo mismo muchas cosas nos perdimos, pero me quedo con lo positivo, con lo logrado, con el gran trabajo que estamos haciendo, formamos un triunvirato chicos, familia, escuela. Todo fue posible porque desde el primer día todos juntos nos dirigimos a cumplir con un objetivo; dentro de nuestra posibilidades transitar primer grado " Primerisimo" lo mejor posible, con trabajo, amor, paciencia,respetando los tiempos de todos.
Nada reemplaza lo presencial pero estamos cerca
Cuánto aprendimos y aprendemos todos
Y desde lo personal, familiar, nos acercamos gracias a la tecnología. Festejamos cumples, día del padre, día del niño en forma virtual.
Que es lo que más extraño? el abrazo
Hoy todo lo valoro más...
Todo va a estar bien...
Gracias Magda por tu espacio...excelente
Gracias x compartir tu experiencia seño! Este espacio se arma con lo que aporta cafa uno desde sus vivencias. También aquí hacemos uso de la tecnología para comunicar e intercambiar ideas. Abrazo!
ResponderBorrarMuy interesante reflexión!! Gracias por compartirlo
ResponderBorrarMuy buen planteo! Es interesante la idea de presencia en ausencia...estoy pero no me dejo ver ni escuchar...
ResponderBorrarAlgo que sucede frecuentemente en las clases virtuales del profesorado...
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